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Posicionamiento respecto al Proyecto Tren Maya

Bacalar un pueblo maya

Bacalar nació como un pueblo maya hace más de 1500 años, nuestras abuelas y abuelos mayas más primeros cuidaron y protegieron este territorio, nunca dejaron de resistirse a la colonización española y tampoco al sistema colonial que sigue hasta nuestros días, todavía en 1901 apenas el siglo pasado, Bacalar fue de los últimos pueblos mayas que permaneció en resistencia, en lo que llaman la guerra de castas, los mayas nunca nos fuimos, siempre hemos estado aquí.

La pobreza y el olvido que dicen que hay aquí en el territorio maya de la península de Yucatán, es más un empobrecimiento establecido y legalizado desde el gobierno, que ve en los pueblos indígenas no solo de la península sino de todo el país, como un obstáculo que no les permite que hagan y deshagan a su antojo, o sea nos ven como un estorbo a sus planes.

Por eso nos han negado desde siempre necesidades básicas como salud digna, una educación desde la perspectiva de nuestra cultura, justicia real para los pueblos indígenas, donde seamos considerados sujetos de derecho en la constitución y no solo de interés público como es hasta ahora.

Nada de lo anterior ha mejorado, ni ahora a más de 4 años de la transformación de cuarta, ni en el pasado, con otros gobiernos. Cuando llegaron a la península a hacer propaganda del proyecto tren maya, prometieron dar solución a estas necesidades básicas, pero solo si se aceptaba ese proyecto, de nuevo solo fue una burla más hacia los pueblos y comunidades mayas.

Nosotros conformamos un colectivo que llamamos Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch´ Xíimbal (Caminamos Juntos), somos mujeres y hombres de distintas comunidades mayas de la península de Yucatán, el colectivo nació el 13 de enero del 2018, no somos de ningún partido político, de ninguna religión, ni recibimos dinero de fundaciones.

Nos reunimos con el único objetivo de defender nuestro territorio, porque están llegando proyectos de muerte que violentan nuestras comunidades, como los monocultivos transgénicos, las megagranjas de puercos y pollos, los parques eólicos y fotovoltaicos, el turismo de alto impacto, los desarrollos inmobiliarios y como si fuera poco, los megaproyectos como el Tren, mal llamado Maya.

Parte de las acciones que hemos tomado han sido en el ámbito legal, por medio de amparos que en el pasado aun cuando fue complicado, se respetó nuestros derechos como pueblos indígenas, pero las cosas cambiaron, a partir del 2018, por ejemplo para el 2021 aun cuando salieron a nuestro favor varios amparos y que legalmente tenían que detener definitivamente el avance del tren en los tramos 1, 2 y 3 , no se respetó ninguna resolución judicial por el ejecutivo, violó la ley siempre y  desecharon nuestros recursos legales, pero no se han detenido, continúan como hasta ahora, pasan por encima de nuestros derechos como pueblos mayas y pisando los derechos de la naturaleza.

Aquí en Bacalar el gobierno federal decidió trazar el tramo 6 del proyecto Tren Maya, sus emisarios solo llegaban a avisar que ya venían y que va porque va, dijeron con prepotencia que es un proyecto federal, entonces llegaron como dueños de haciendas dando órdenes aquí en nuestra casa.

El proyecto Tren Maya No nació de un dialogo con los pueblos mayas, ni con la población que será afectada, este proyecto nace impuesto desde el Palacio Nacional, lo justifican diciendo que es desarrollo pero es un desarrollo capitalista y neoliberal aunque el presidente se diga muy de izquierda, ya que solo beneficia al gran capital, a los consorcios hoteleros, a las inmobiliarias, a las mega granjas de puercos y pollos, a los monocultivos, a los parques eólicos y fotovoltaicos, también a la clase alta de siempre que son los que tienen lana para invertir, al extranjero y a países como Estados Unidos, que en la economía mundial están buscando nuevas tierras para colonizar.

¿Qué lugar ocupamos nosotros en este proyecto que llaman Tren Maya? Hay que decirlo, porque ellos no tienen dignidad para hablar con la verdad, siempre tienen otros datos, sean del partido que sean, al final comen del mismo plato y solo nos dejan las sobras.

El lugar que nos están dejando en este proyecto es el que nos impusieron hace más de 500 años, el de esclavos, el de la servidumbre, el de quien va a limpiar los baños cagados por miles de turistas, el de quien pone los muertos y desaparecidos, el de quien construye hoteles y edificios, pero que ni siquiera tiene una casa propia; el lugar de los nuevos pobres o los nuevos migrantes, eso es lo que nos están dejando a nosotros y a nuestras hijas e hijos, sin tierra ni territorio dónde creamos y recreamos la vida y nuestra cultura.

Vinieron aquí a nuestro territorio a quitarnos nuestras tierras, estas tierras que hemos cuidado y mantenido con vida por varios miles de años, la tierra que nos ha enseñado, protegido y alimentado, más de la mitad de las tierras en la península de Yucatán son de los pueblos mayas. Por eso pusieron la mirada aquí, tendrán lana pero no tienen tierras, vienen aquí a nuestra casa, como nuevos colonizadores, expropiando tierras a decretazos y sintiéndose dueños de todo, sin entender que están acabando con la vida de la selva, de la tierra, del agua y también con nuestra vida.

La península de Yucatán está conectada por su selva y también bajo tierra se conecta por cavernas, cenotes, pozos naturales, arterias y venas de agua, se puede decir que es como un solo organismo vivo, por eso es que cuando impactas una de esas partes terminas lastimando un todo.

El trazado del tren corta el corazón la selva, y no solo está matando miles de árboles, sino también la vida que hay en ellos y la vida que generan, es casa y alimento para muchos animales, abejas, insectos, plantas y pájaros, es aire, están lastimando la tierra, cortándola para aplanar y también para rellenar los pozos naturales, esos pozos por donde en temporada de mucha lluvia el agua se va filtrando subterráneamente y así alimenta la tierra y ayuda a que el agua no vaya directo a la laguna, evitando que exceda su nivel natural de agua y eso la mantiene en equilibrio, ahora que cada vez más están corrompiendo la vida en el monte, comprometen igual la vida de la laguna.

La laguna ya muestra síntomas de negligencia y abuso al que está siendo sometida, basta recordar el cambio de coloración, sucedido a mediados de 2020, ya que el veneno entró por la tierra, mató miles de caracoles chivita y dejó afectaciones, apagando sus colores azules.

Los problemas siguen ahí: las filtraciones y descargas de aguas negras dentro de la laguna, la presencia cada vez mayor de turistas que alteran el equilibrio biológico de la laguna, el daño a los manglares, estromatolitos, las quemas de mangle violentando los humedales, el deterioro a la flora y fauna, entre una serie de problemas que no solo no se han intentado solucionar, sino que al contrario, los están intensificando con estos megaproyectos que están impactando irreversiblemente nuestros ecosistemas y que terminarán de dañar la salud de la laguna y la de todos nosotros.

Su derrama económica según dicen que viene, no es para nosotros. Lo que llaman la Riviera maya, Cancún, Playa del Carmen y Tulum, son algunos ejemplos del tipo de desarrollo capitalista que vienen a imponernos.

¿Dónde están los mayas? La realidad es que tenemos los peores empleos, los más mal pagados, ahí somos discriminados, engañados, violentados, donde no tenemos derecho ni de exigir lo mínimo, donde ni siquiera podemos hablar nuestra lengua porque los patrones piensan que solo hablamos maya para robarles, ni siquiera podemos acceder a las playas, a nuestras lagunas, no tenemos derecho a salud, educación y menos seguridad, parece que solo quienes tienen dinero tienen derechos, ¡Ah! pero eso sí, se roban nuestra cultura para exhibirnos en espectáculos muy coloridos, folclóricos y ridículos en sus hoteles, restaurantes, parques, zonas arqueológicas y lo que se les ocurra, usan nuestra lengua para nombrar a sus negocios y hasta para nombrar sus trenes que no tienen nada de maya.

Denunciamos que el megaproyecto tren maya es un proyecto neoliberal, capitalista y colonizador, responde únicamente al despojo de nuestras tierras, al despojo de nuestra identidad, solo trae muerte, arrastra en sus vagones el ecocidio de nuestra selva y el etnocidio de nuestra cultura como comunidades mayas.

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Asamblea de Defensores del Territorio Maya: Múuch´ Xíimbal (Caminamos Juntos).

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